Un sismo de magnitud 6.0 sacudió el este de Afganistán, provocando graves daños y centenares de víctimas en zonas montañosas de difícil acceso.
En los distritos de Nurgal, Sawkay, Watapur, Dara Pech y Chapi Dara, el terremoto dejó aproximadamente 600 fallecidos y unas 2 000 personas heridas, según reportes de autoridades provinciales citados por EFE. Además, cientos de viviendas quedaron destruidas.
El Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS) ubicó el epicentro del sismo a 27 kilómetros al este de la provincia de Nangarhar, con una profundidad de apenas ocho kilómetros, lo que amplificó su potencial destructivo. Además, al menos dos réplicas de magnitud 5.2 fueron registradas tras el movimiento inicial.
Contexto técnico y humanitario
Este evento se produjo en una región sísmicamente activa, dentro de una zona de convergencia tectónica entre las placas india y euroasiática. Su poca profundidad elevó el nivel de daño.
Las áreas afectadas presentan acceso limitado y construcciones precarias, lo que complica la respuesta humanitaria. Además, esta catástrofe se suma a recientes inundaciones que dejaron víctimas y destrucción antes del terremoto.